Soneto: Atardeceres rojos

Atardeceres rojos (soneto melódico)

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Aparecen instantes placenteros

en la tarde rojiza, ensoñadora;

a lo lejos el sol cansado mora

desplegando sus rayos más certeros.

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Los colores parecen prisioneros

esperando vivir su ardiente hora,

por costumbre el ocaso, sin demora,

volverá con los rasgos marineros.

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Con la noche pisando los talones,

el crepúsculo manda en el paisaje

y el instante conquista corazones.

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Sus reflejos serán en ocasiones

remolinos carentes de lenguaje

que circulan en todas direcciones.

Romance : El abrazo

El abrazo 

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Habrá siempre un abrazo que te importe

porque tiene ese don que pocos tienen,

un abrazo que pueda emocionarte 

aunque no esté presente.

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Hallarás el calor que este atesora 

cuando el frío te llegue incluso al vientre , 

con la verdad desnuda y su ternura

no hacen falta más bienes.

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Lleva lazos que aprietan más no oprimen 

y estos, no los deshace ni la muerte,

no pierde su color ni se marchita,

pues él nunca envejece.

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Detrás de cada abrazo hay un amigo,

mas uno es especial, y llega siempre ,

le debes de pagar del mismo modo 

porque si no ... se pierde.

Soneto: No llores corazón por lo perdido

Soneto sin la U ( fábula moral)

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No llores corazón por lo perdido

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--El tiempo se nos va de la balanza

-le dijo el corazón al sentimiento-. 

El tiempo se nos va, y, no contento,

nos roba de las manos la esperanza.

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A pesar de los años de enseñanza,

ser sabio es poco o nada de momento,

se mezclan la vejez con el aliento

y en la espalda agoniza la añoranza.

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Al dejar el papel de adolescente,

es corto al parecer el recorrido;

notas como el camino es diferente.

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--No llores corazón por lo perdido

-contesta el sentimiento - Mira al frente

y dale más valor a lo obtenido.

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. Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto: Amigos que se van y siguen vivos

En un pequeño espacio de nuestras vidas tenemos un lugar para esos amigos que nunca hemos tenido ocasión de conocer en persona y que sin embargo llegan a ser muy especiales por diferentes causas .
Hoy quiero dedicar un soneto a uno de esos amigos especiales, se precipitó su salud por un abismo sin fondo y hoy solo tengo el don de recordarlo y agradecerle de paso toda la ayuda desinteresada que recibí en edte mundo de poetas en el que estábamos los dos. Muchas gracias Rodolfo Cavallo Noetzly. Si existe un cielo espero que me sigas leyendo de vez en cuando.

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( A mi querido Abad Rodolfo Cavallo Noetzly) 

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Amigos que se van y siguen vivos

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Parece que el dolor en su estructura 

acecha una vez más el sentimiento; 

en alas del desdén y de la pena 

tendremos que dejar que el tiempo pase. 

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Hay buenas amistades que se instalan. 

allí donde la ausencia nunca vence, 

y versos navegando en lo más hondo 

de un alma que los besa y los acoge. 

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Amigos que se fueron tan deprisa 

que dejan un sabor amargo y dulce 

cada vez que se piensa en el pasado.

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Amigos que no están y siguen vivos 

mientras quede un resquicio de aire puro. 

en el viejo desván de la memoria. 

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.