Soneto Alejandrino : La noche

 

La noche

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Hasta que vuelva el alba, la noche deseosa

te quitará primero, sin prisa, los zapatos;

con sus ojos curiosos como curiosos gatos ***

desnudará tus piernas de forma silenciosa.

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luego como los pétalos que caen de la rosa

te quitara la blusa sin ofrecerte tratos

y tras de ello la falda, con leves arrebatos,

haciendo su caída sutil y misteriosa.

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Como una travesura liberará dos pechos

y con esa osadía que te persigue a voces

te dejará tan solo la piel de compañía.

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La noche dejará tus ojos satisfechos,

quizá con la ternura que sin duda conoces

te arropara los sueños mientras regresa el día.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto: Inspiración

Inspiración

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De qué sirve buscar la inspiración

si una brizna de luz puede matarla;

el más leve despiste, amordazarla ,

y el olvido, dejarla sin opción.

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Deseada de todo corazón,

¿puede el amor no obstante maltratarla,

conferirle el valor y encadenarla

a una dulce y amarga relación?

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¿De qué sirve si incluso toda idea

Ha perdido la magia en el intento

de encontrar una puerta de salida?.

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Toda brizna de luz en la azotea,

sin nada que comporte sentimiento,

carece de sentido, es aburrida.

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fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Estrofa JB: Fuera de lugar

 

Fuera de lugar ( estrofa Jotabe).

Confuso en el confín de cualquier noche

la soledad no acepta ni un reproche.

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Perdido ya el calor del dulce aliento

ya nada más le queda de alimento;

a la palabra amar... vivo lamento,

y fuera de lugar, el sentimiento.

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El silencio es un simple espectador

con el viento soplando a su favor.

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Qué pena, qué tristeza, qué derroche

de promesas, qué inútil el intento

de seguir con los pétalos en flor.

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Poema y fotografía : Ramón Bonachí.

Octavas reales : Recuerdos

 

Recuerdos (Octavas reales)

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¿Por dónde andáis? pedazos del pasado,

amigos de un instante pasajero;

me acelero y pienso preocupado

en todo este vacío traicionero

que araña, con malicia , acomodado,

en el rincón del alma que más quiero.

¿Por dónde andáis? queridos portadores

de momentos pasados y mejores.

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Suma y resta la vida mientras dura,

a veces, con total incertidumbre,

vivir y no perder la compostura

es algo que se acepta por costumbre;

andar, andar y andar pasa factura,

ya nada se ve igual desde la cumbre,

por eso voy guardando día a día

pedazos de tristeza y alegría.

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En el presente tengo la esperanza

de no caer in situ en el abismo;

donde nada se mueve... nada avanza,

allí, todo parece un espejismo.

Cuidad de no romper con mi añoranza

es cuánto tengo y queda de mí mismo,

así que no tardéis mucho en volver.

¿Por dónde andáis? pedazos de mi ayer.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

soneto: Cualquier instante suyo

Cualquier instante suyo

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Mi mundo se despierta cada día

con el cálido beso deseado,

y en este despertar, la vida mía,

se siente muy feliz, si es a su lado.

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Cualquier instante suyo, da en mi pecho,

dejando en él… el aire que respiro;

llenados los pulmones doy por hecho

que sin ella, no soy, más que un suspiro.

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Cualquier instante suyo se renueva

y me acaricia el rostro, por ventura;

se bien que tanto amor no es una prueba,

quien huya de su amor no tendrá cura.

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Dejar de amarla es algo inaceptable,

vivir, morir por ella, que agradable.

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fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto: No soy yo

.No soy yo

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Miro al tipo que tengo justo al lado;

sin estar muy seguro, me parece

que, por algún motivo, vive y crece

en la misma prisión que he fabricado.

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Me mira fijamente y contrariado

afirma que mi yo le pertenece.

Su semblante, sin duda, me estremece,

parece ser un tipo atormentado.

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Alguna cosa habremos compartido,

pero quizás la falta de ventura

le ha negado cualquier grata victoria.

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Altos vuelos, conducta, mal vestido...,

no soy yo, pero vive mi locura

como un preso cualquiera, en mi memoria.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

 

Soneto: Ojos tristes

 

Ojos tristes
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Se pierde el brillo intenso de los ojos,
si al despertar se sienten solitarios,
guardan en su interior secretos varios
y con ellos… desdenes a manojos.
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Visten tales desdenes tonos rojos
y gritan como sordos campanarios
Aguantan y soportan sus calvarios
sin el grato dulzor de los hinojos.
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Dentro de las esferas, el acento,
busca recuperar su blanca estrella,
sin ella se acobarda y afemina.
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¿Quién secará sus lagrimas al viento?.
¿Quién borrará la sal de cualquier huella?.
¿Quién borrará el dolor, si no termina?.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
Glosando las rimas de  Miguel Hernandez

Pareados con terceto final: La vida es un paseo

La vida es un paseo, (Pareados con terceto final)

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La vida es un paseo apasionante

que te invita a seguir hacia delante.

"No mires hacia atrás --le dijo el viento

a un triste y angustiado pensamiento--;

vive y goza tus días paso a paso

y báñate de luz… hasta el ocaso;

sé feliz sin desdenes, sin rencores,

que todo tiene malos sinsabores".

El pensamiento firme en su postura

contestó: "mi paseo poco dura,

mejor será esconderme en la pinaza

que temo que la muerte me de caza".

No vivas con el miedo a ti cosido,

la vida, día o noche, siempre abraza

con cariño hasta el ultimo latido .

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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

 

Sonetillo acróstico con pareado : Y alcé la mirada mía

 

Y alcé la mirada mía (sonetillo acróstico)

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Y alcé la mirada mía

al poco de descubrir

la razón de mi sufrir

casualmente un triste día.

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El amor sin armonía

llanto a llanto suele herir

al que intenta compartir

miel con quien no la daría.

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Invasión de interrogantes

recorren el alma entera

antes de rezarle al cielo.

Donde había dos amantes,

ahora la penumbra impera

más allá del desconsuelo.

incesante es el dolor,

ante todo… en su interior.

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Fotografía y poema: Ramón bonachí.

Soneto: Mi bonsai

Mi bonsái

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Ya se que su talante está arrugado,

pues los años maltratan a cualquiera,

pero yo le procuro un buen cuidado,

lo peino y lo decoro a mi manera.

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¡Ay!, qué bello y gracioso su peinado,

tal parece un bonsái con verde esfera,

con el cuerpo delgado y apretado

esperando una nueva primavera.

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El sol besa su piel durante el día

y la noche lo abraza con esmero;

el cielo mira y calla receloso.

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Tal vez lo cuide y peine en demasía,

pero es que cual está yo así lo quiero ,

pues no hay duda que queda muy curioso.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

A un poeta gruñón

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Me colé en su fingido mal humor

con un poema en cada zapatilla,

encontré en un rincón una semilla

repleta de amistad en su interior.

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Recuerdo sus palabras malsonantes,

las ácidas, directas y jocosas.

Recuerdo del poeta muchas cosas,

el “sigue hacia delante y no te plantes”.

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Mantengo los consejos de aquel ente;

del gruñón y su trato más humano,

del “si quieres dispuesta está mi mano“:

la mano de un amigo, simplemente..

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Hoy falta la palabra y la razón

del quien puso al villano en su rincón.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

 

Soneto : Ser feliz

Ser feliz

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Soy feliz, inclusive si recorro

el silencio y su triste compañía;

al final al nacer un nuevo día

el barro puede convertirse oro.

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Soy feliz y doy gracias al tesoro

que pude conseguir de compañía,

el mismo que alimenta el alma mía

incluso en los momentos en que añoro.

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Soy feliz y me niego a que la pena

me lleve por las senda equivocada

y me arroje a los brazos de su abismo;

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que la vida es un paso, es una escena

que invita a no ser solo una invitada

y a ser feliz también conmigo mismo.

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Poema : Ramon Bonachi

Pintura al ólelo: Claludio bonachí.

 

Soneto : Qué agradable

 

Qué agradable (Soneto asonante)

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Qué agradable dormir entre tus brazos

y sentir el calor hasta los huesos .

Qué agradable y sabroso todo el tiempo

que he comido en la palma de tu mano .

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Rara vez me he sentido abandonado

por tus ganas, tu fuerza o por tu aliento;

siempre has sido la llave de los sueños

que he tenido a lo largo de mis años.

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Qué agradable que ha sido estar contigo

hablando sin hablar, día tras día,

compartiendo hasta el último suspiro.

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Qué agradable besarte, hallada vida,

cada beso que das cambia el destino

de este muerto que aún por ti respira.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto: Que reine la esperanza

¡Oh!, mi Bien, que reine la esperanza.

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Tú que me observas desde el cielo errante,

ayúdame a poner paz en el mundo,

a rescatar sonrisas de un profundo

abismo, oscuro, frío e inquietante.

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¡Oh!, mi Bien mi divino acompañante,

no me niegues la mano si me hundo

en un crisol de guerras nauseabundo;

prefiero ser un soplo refrescante

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que pueda dar aliento al olvidado,

amor a quien jamás lo ha recibido

o alegría al pesar y a la añoranza.

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Quiero dar un instante apasionado

a quien pueda sentirse confundido.

¡Oh!, mi Bien y que reine la esperanza.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Pesebre de Nuria Miret.

Siglema : Calor de hogar

CALOR DE HOGAR (siglema)

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Calor de hogar,

alienta y se agradece

año tras año;

acerca siempre

añorados momentos

de algún encuentro.

Las ascuas yacen

dejando en la ceniza

vivos instantes

omnipresentes,

con ese olor a leña

tan especial.

Rompen las horas

al llegar el invierno,

con un silencio

duditativo

que parece querer

huir del frío,

especialmente

delante de nosotros;

día tras día

hora tras hora

sigue ardiendo el aliento

entre tú y yo.

¡OH!, que placer,

vivir tantos instantes

llenos de amor,

gastando el tiempo

con besos y caricias

cerca del fuego.

Airosos hoy

sin mas sombras que nuestras

sombras ardientes,

Reposaremos

junto a la chimenea

de nuestra casa.

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Un siglema 575 es un poema que se escribe en base a las letras de la palabra o palabras que definen su tema y que constituyen su título, el cual queda representado en mayúsculas, como una especie de acrónimo. Cada estrofa posee tres versos, de los cuales la primera palabra del primero debe comenzar con la letra correspondiente a la sigla que le toca. La métrica es 5-7-5, con rima libre. Por su naturaleza acrónima, las diferentes estrofas deben poder funcionar independientemente como un poema autónomo que trate el tema en cuestión, y en conjunto, como parte de un poema de varias estrofas que gire alrededor del mismo tema. En un siglema 575 hay tantas estrofas como letras posea el título (Patricia Schaefer Röder creadora de la estrofa))
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.