Soneto a una pintura: Bolivar en el Chimborazo

Soneto a una pintura (Simón Bolibar)

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Bolivar en el Chimborazo

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Veo de lejos un momento mío,

mirando desde cráter que me ampara;

de corazón ardiente y pecho frío

no hay un soplo de tierra que no amara.

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Ayer luchaba con fervor bizarro

a favor del derecho y la igualdad;

con la nieve, enterré ceniza y barro,

a los pies de la ansiada libertad.

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¿Que tiempos hoy, de espíritu cobarde,

se alimentan de falsas ilusiones?.

No hay una cura para tanto alarde,

solo esperanza ciega en ocasiones.

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Ver como se reparten hoy el mundo

confieso que me duele en lo profundo.

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Poema: Ramón Bonachí.

Óleo: Tito Salas.

Chimborazo : "El Chimborazo" es la montaña más alta de Ecuador y el punto más cercano al sol, medido desde el centro de la Tierra. 

Liras a la mujer: Su voz no tiene freno

Su voz, no tiene freno (A la mujer) Liras

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Su voz no tiene freno;

es un caudal intenso de armonía,

con el esfuerzo lleno

de gozo y agonía,

va consiguiendo sueños día a día.

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Su vida vida ofrece,

se entrega por completo a lo que adora;

inefable parece,

pues lo sublime mora

en ella, con pasión fiera y sonora.

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El eco de su voz

llega a cualquier rincón que esté perdido;

entra rauda y veloz

a lo desconocido,

a defender su nombre y apellido.

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Fotografia y poema: Ramón bonachi.

Soneto: Un instante fugaz y decisivo

Un instante fugaz y decisivo.

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La vaga imagen que golpea el muro

de los sacros momentos del presente,

espera no quedarse a pies de un puente

que conduce a las puertas del futuro.

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Quedan caminos de granito duro

y otros con hierba fresca en su vertiente;

con el vasto trayecto que hay enfrente

hay quien queda, al andar, sin aire puro.

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La vaga imagen de su ayer ligero,

hoy es solo un segundo fugitivo

que corre con constante desespero.

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A saber si mañana estará vivo,

para ver y atrapar en el sendero

un instante fugaz y decisivo.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

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Comentario sobre el poema: dejando atrás la senda del pasado vivimos constantemente en la estación del presente a la que llega el enigma del futuro, que apenas llega ya es presente, y al instante ya se ha ido y es pasado , este lapsus de tiempo es decisivo el camino a seguir. ( Azarias de Leyre)

Soneto: : La gotera

La gotera

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¡Qué modo de llover! ¡Vaya manera!

Con tanta lluvia el techo se ha rajado;

aunque una calma tensa me ha animado

saber que hay para rato desespera.

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Preocupado estoy con la gotera

que halló un espacio abierto en el tejado;

con la fregona voy de lado a lado,

pues hay más agua dentro que allá afuera.

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Tamborilean sin cesar las gotas,

dentro de un cubo puesto como ayuda;

es el remedio para el aguacero.

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Si tengo una gotera saldrán otras,

de eso, no tengo ya ninguna duda;

tendré que reparar el techo entero.

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Poema: Ramón Bonachí.

 

Soneto: Palabras vacías

Palabras vacías (Soneto melódico)

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El “te quiero” traidor que me ofrecías

y que luego guardabas vanidosa

enterrado quedó, fingida rosa,

e ignorado del modo que querías.

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El “te quiero” mordido, que solías

repetir, de manera generosa,

vagamente recuerdo, mentirosa,

que dejaba amargantes ambrosías.

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El “te quiero”, de mal, pasó a peor;

las palabras dolían demasiado

y vacías quedaban sin valor.

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Qúe ironía que vuelva del pasado

el “te quiero” fingido y sin pudor

a tratarte del modo que has tratado.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Tercetos encadenados: Madre Tierra

Tercetos encadenados con cuarteto final

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Madre Tierra

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Nacida por deseos de un Dios justo,

con el vientre repleto de pureza,

eres madre , por gusto o por disgusto

de todos, de los pies a la cabeza.

Das tus pasos en un Edén podrido,

donde solo hay fantasmas sin cabeza.

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A pesar de sufrir en lo sufrido,

y entregar como madre, hasta la vida,

solo tienes contigo al sin sentido

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que te da su fingida bienvenida,

y te pide perdón por esa fiera

que te trata de forma desmedida.

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Y así, viviendo sola con tu herida,

te comes el dolor y lo digieres,

esperando a que un Dios justo decida,

sin soltar ni una queja mientras mueres

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Sextetos Italianos: Muriendo está en la arena

Muriendo en la arena (Sextetos Italianos Alejandrinos)

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Varada en una duna, desértica,, sumisa

y ajena a las miradas de propios y de extraños,

hay una vieja barca sin el viento a favor.

Añora aquellos días de sal, espuma y brisa,

el encuentro con olas de todos los tamaños

o el dejar atractivas estelas a estribor.

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Dicen que al otro lado del mar que le susurra,

observa el cielo abierto, silenciosa y serena,

en un lugar preñado de eterna soledad.

No volverá la gloria, ocurra lo que ocurra,

su antaña libertad bailando está en arena

mientras la arena baila con toda libertad.

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En su quebrada quilla, se pueden ver los daños

de todas las batallas, al parecer sufridas,

desde que el abandono dejara de fingir.

Tendida está la barca, viendo pasar lo años,

muy lejos de unas olas amadas y queridas

y muy cerca del día que la ha de ver morir.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

ALBA 1 , Aventuras y desventuras de una barca que terminó varada en la arena por los avatares de la vida, mi padre disfrutó de ella mientras pudo y luego quien la compró la avandonó al poco tiempo . Sextetos Italianos ABCABC DEFDEF GHIGHI (Tercer verso y sexto siempre en agudo) 

Micro relato: Ofelia está dormida

¡Callad!, mi dulce ofelia está dormida. (Micro relato)

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Se fue y aún me duele la soledad que siento;
no entiendo cómo pudo caer un ángel del cielo
si era armonioso el vuelo y puras sus alas.
Perdió el fuego de sus labios al entregarse al agua
dejando atrás solo su sombra envuelta en el silencio.
Su figura, quiso dormirse en el rio del olvido, allí donde el dolor
baila con lo más querido.
A veces a las voces ocultas grito...
¡Callad!, que mi dulce Ofelia está dormida.
Todas las flores se acercaron a besarla,
claveles y lirios vistieron su piel de colores diferentes.
Flotando quedaron, unas hojas muertas , que como ella murieron un día.
Cayó del cielo que te daba vida, y se ahogó en el estanque donde nada respira,
A veces a las penas grito
¡Callad!, que mi dulce Ofelia está dormida.
Se entregó para acallar la voz de la locura,
mas la locura sigue gritando desde lo lo más hondo
ni el sol se acercó a comprobar, si sus ojos dejaron de brillar.
Ahora ,su figura, permanece quieta prisionera en un estanque mudo triste y frío.
Mientras, al otro lado del espejo
Ofelia no lo ve pero yo sigo llorando su ausencia
y en mi locura a veces grito...
¡Callad!, que mi dulce Ofelia está dormida.
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Ofelia es hija literaria de Shakespeare. prometida del atormentado príncipe Hamlet, se vuelve loca cuando éste, por confusión, mata a Polonio. En su desvarío, Ofelia vagabundea junto a un lago, recogiendo flores, y muere ahogada en las fangosas aguas.
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Ramón Bonachí.
Imagen de internet
 

Soneto a una pintura: Luchar y sobrevivir

Soneto a una pintura

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Luchar y sobrevivir

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Está la nave sola y desvalida

en las fauces del mar de Galilea,

la tempestad, de frente nos golpea

y pone a prueba nuestra endeble vida.

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¡Oh, cielos!, anda suelta y atrevida

una vieja guadaña que jadea,

la suerte entre nosotros titubea

y aboga por la fe que hay esparcida.

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Cruje con voz tronchada e indiferente

el viento con amargos sinsabores,

a bordo de un escuálido presente.

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¡Oh, Dios!, dale valor a los temores

y esperanza a la vida del creyente,

en los momentos malos y peores.

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Poema: Ramón Bonachí.

Óleo : Rembrandt

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La obra "Cristo en la tormenta en el mar de Galilea" de Rembrandt, pintada alrededor de 1633, es una representación dramática de los discípulos de Jesús en una barca azotada por una tormenta. El cuadro, que alguna vez se exhibió en el Museo Isabella Stewart Gardner, captura la intensidad del momento, mostrando olas violentas y la lucha por sobrevivir. La pintura es valorada por su significado y belleza especial, un ejemplo del estilo barroco de Rembrandt. Actualmente, se encuentra desaparecida. 

Soneto: Ayer

Ayer.(Soneto)

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Las caras que están llenas de recuerdos

despiertan la añoranza; me desvelan

la carga secular de mis ayeres;

los mismos que hoy quisieran regresar.

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Los años no son nada sin las horas,

horas llenas de dicha y de dolor;

instantes que perdieron sus colores

para ser blanco y negro de un pasado.

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Con todo el peso del ayer perdido,

mis ojos miran llenos de ternura

la imagen que quedó presa y gravada..

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Tienen las caras un lugar seguro

en el reloj de sangre que en su día

creyó que era imposible envejecer.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

RSeptimas menores: Amar de corazón

Amar de corazón

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Para vivir con amor

basta que este nos sonría,

y lanzarse sin temor

al agua caliente o fría

con el deseo de guía

Para vivir con amor

basta que este nos sonría.

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Para dar vida a un “te quiero”

basta que el cariño acuda,

sin vestir, desnudo y fiero

y sin reclamar ayuda

mientras el tiempo saluda.

Para dar vida a un “te quiero”

basta que el cariño acuda.

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Para amar de corazón

bastará con el intento,

entregarse con pasión

y con todo sentimiento

hasta quedar sin aliento.

Para amar de corazón

bastará con el intento.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Soneto religioso: Alguien

Alguien (Soneto religioso)

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Alguien besa tu mano, arrodillado,

y aunque tú no lo toques él te toca;

afloran mil plegarias de la boca

en nombre de Jesús resucitado.

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Alguien teme el futuro que has dejado

después de tanto amor, y le provoca

una cortina de esperanza loca

por ver como despierta tu legado.

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Alguien llena de fe su corazón

y se encomienda sin pregunta alguna

a la palabra que dejaste en suerte.

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Y alguien será quien diga con pasión

que fuiste el hijo ya desde la cuna

del Dios que te dio vida tras la muerte.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Décima heroica asonante: La brevedad del tiempo.

La brevedad del tiempo (Décima heroica asonante)

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Todo se abre al instante, con su pureza y brío,

cuando se asoma el alba cantando por el este,

tiene escondidas horas de nuevo entre sus dientes,

y con delirios vanos buscando algún destino.

Tornan las embestidas de pobres y de ricos

momentos que se visten al borde de lo incierto,

dejando así compases distintos en el cielo.

Y en tanto que eso pasa la vida se levanta,

dibuja con colores otra nueva mañana

mientras pasa en silencio la brevedad del tiempo.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Quintetos: Buenos días

Buenos días (Quintetos)

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Con el sueño pegado todavía

mezcla bien, sin demora y con cuidado,

tres pizcas de sarcasmo o de ironía

y una o dos de elixir de humor cerrado,

en la taza que espera un nuevo día.

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Bebe todo el sabor de la mañana

cuando la espuma quiera abrir tu boca;

sácate sorbo a sorbo la desgana

con el aroma del café de moka,

y luego… a tu rutina cotidiana.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

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Lo siento no se me ocurrió definir mejor el día tras el cafe de la mañana.

Sonetillo continuo: El canto que te domina

El canto que te domina (Sonetillo continuo)

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Semejas a grata y fina

sensación que deja un beso,

con ese piar travieso

que te puede y te incrimina.

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En la senda alguien camina

y escucha con embeleso

ese son, vivo y avieso

que sin duda le fascina.

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Y pides permiso a un preso

que desde el pecho se obstina

en buscar algún acceso

para que el trinar defina

el nombre que lleva impreso

el canto que te domina.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Soneto heroico: Pasión

Pasión. (Soneto Heroico)

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Desnuda se pasea por la mente

exenta de pecados y defectos,

conoce los lenguajes y dialectos

de todo lo pasado y lo presente.

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El cielo azul celeste, omnipotente,

la mira y la acompaña en sus trayectos,

y Eolo, Dios de dioses imperfectos,

la besa y la acaricia suavemente .

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En todos los rincones donde habita

florecen los destellos y el buqué

de todas las estrellas que transita

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La quiero, la he querido y la querré

quizá la causa sea que Afrodita

enciende la pasión de quién la ve.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachi.

Verso heroico, acento en 2-6-10 silaba 

Soneto Ingles: Conocí a esa mujer

Conocí a esa mujer (Soneto ingles con rimas asonantes) A mi madre

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Conocí a esa mujer, yo la he vivido,

la he sentido latir en mí , muy cerca;

le dió a mi todo un efusivo abrigo

con las manos abiertas, bien abiertas.

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También vi desde cerca su ternura;

aún huelen a besos mis mejillas;

colgaba la bondad ,como ninguna,

en la parte más débil de mi vida.

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Yo disfruté sus días y sus noches,

mientras, envejecía con un tiempo

que se llevó sus mágicos colores

y dejó en mí la ausencia que a hora siento.

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Conocí a esa mujer, era mi madre,

hoy la llevo conmigo a todas partes.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Romance heroico : A una gota de rocío.

A una gota de Rocío (Romance Endecasílabo)

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Lágrima viva del helado aliento

que deja con su boca la mañana

en la tez de la flor que se despierta

y bebe de su vientre el agua clara.

Con besos de calor el sol la dora

y la convierte en leve madrugada

para que se refresquen los colores

con una transparencia que resalta.

Mecida por un céfiro sutil

(mientras la vida en su interior se apaga)

en el tallo de algún cruce o camino

pierde fuerza y su cuerpo se resbala.

Gotea sin parar y se diluye

sin saber donde la aventura acaba;

morirá en el raudal de una vertiente

cuando no haya frescor en sus entrañas.

Si quiere, que se mezcle con mi lloro,

como una gota de rocío amarga,

y que refresque un poco mis mejillas

saladas en exceso por mis lágrimas.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Acercate hasta mí.

Acércate hasta mí

Acércate hasta mí con el laurel

y abre tus pétalos de amor y celo

dale color a tu florido velo

y frescura a los poros de la piel

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Asómate y ataca sin cuartel

Al júbilo entrañable, y al anhelo

de romper con calor, el frío hielo

que el invierno ha dejado en el dintel.

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Bella y ufana, sobre el césped blando

quiero verte llegar, cándida y llena

de vida, para quien te esté esperando.

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Entrégate con cantos de sirena

y con todo el aliento perfumando

cualquier frase de amor que entre en escena.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto a una pintura: Al señor feudal

Soneto a una pintura

Al señor feudal

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Que aproveche señor, si eso os complace,

por las leyes del vino y de la mesa,

por el faisán que fue lujosa presa

y que ahora a merced vuestra aquí yace.

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Que aproveche señor; el tiempo pace

con vos, junto a un aroma que procesa

deseos de agrandar la sobremesa

con un rico y sabroso desenlace.

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Si coméis por el bien de haber comido

hacedlo pues, sin miedo a reventar

y gozad del faisán que os han traído

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Que aproveche señor y a disfrutar

de la carne y alcohol que habéis pedido

para llenar de gusto el paladar.

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Nota:

Soneto con tintes de ironía , pues me imaginé a esos señores feudales que comían y bebían de espaldas al pueblo, digamos condes , marqueses , príncipes y reyes .

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Poema: Ramón: Bonachí. 

Soneto: Eolo

Eolo (Soneto)

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Soy bravo, revoltoso y embustero,

pegajoso, pesado, imprevisible,

libre, cálido o gélido; invisible,

solitario y tenaz, soy pasajero.

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Tranquilo, generoso, placentero,

húmedo, sosegado y apacible

o salvaje, brutal e indestructible,

despiadado, temible o puñetero.

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Soy el viento que sopla de levante,

de terral, de mistral o de poniente,

de gregal, de garbino o tramontana.

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Soy un Dios del pasado; soy errante,

amante de una rosa diferente

que me suele nombrar cada mañana.

Fotografía y poema: Ramón Boanchi.

 

Décimas: In crescendo

In crescendo (Décimas)

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Cuando se abre el universo

bostezando, hallo a mi musa

con la idea algo confusa,

hilvanando ya algún verso.

Me veo por ella inmerso

dentro de su insigne rol

y, Preso del arrebol

lívido de su figura.

Cuando el día está su altura

me inspira el calor del Sol.

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Con el alba floreciendo

más allá del horizonte,

me siento cual polizonte

en un lapsus, in crescendo.

Que hermoso es ver el atuendo

de ese cálido overol

que cual teatral guiñol

el mar ofrece en bandeja.

Cuando el día se refleja

me inspira el calor del Sol.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Romance : Mis chicas son un amor

Mis chicas son un amor (Romance)

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Asoman con gracia plena

cual si fuera una mañana

que te saca una sonrisa

sin mediar una palabra.

El amor nace al instante

como por arte de magia,

despertando la ternura

en cualquier rincón de casa.

Llegan por doquier los besos

como dulces amenazas;

se agrandan los corazones

y se estrechan las miradas.

No esconden secreto alguno,

no te dan nunca la espalda,

la nobleza tiene forma

y el cariño tiene cara.

Mis chicas son un amor

de inquietudes y confianza,

una caja de arrumacos

que me calientan el alma.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto dodecasilabo : El quinto de doce

Soneto dodecasílabo ( 6+6)

El Quinto del Zodiaco

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Sobre el quinto signo del año presente

hay un león suelto que predice el día,

se enfurece cuando lo ignora la gente

y dicen que es fruto de una tontería.

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No es un vil lacayo ni un santo inocente,

es un cabezota con mucha energía;

él no tiene miedo de mirar de frente

y ofrecer un digno grado de osadía.

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En un mundo abierto de casualidades,

ruge y se pelea con cualquier lucero

mas se vuelve niño con un arrumaco.

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Es un elemento de diversidades

un signo de fuego apacible y fiero

que con once hermanos forma el zodiaco.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Sonetillo: Dulce y grata

Dulce y grata (Sonetillo)

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Cuando veo su figura

me la como, y no es a besos;

estos mis labios aviesos

pierden toda compostura,

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pues se llenan de dulzura

y caen por ello presos.

Quizá por ansias y excesos

el placer muy poco dura.

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Su cuerpo, de blanca nata,

se entrega con frutos rojos

y un sabor que no se agota.

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No hay cosa más dulce y grata

si delante de mis ojos

me espera una panna cotta.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

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Nota: Panna cotta, (Nata cocida) es un postre italiano, muy solicitado en mi restaurant.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

 

Romance heroico : Pereza

Pereza (Romance endecasílabo)

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Cómo cansa pensar de madrugada;

dicen que Dios al madrugar te ayuda,

por más razón que Dios deje presente

a mí no me apetece ayuda alguna.

Qué pena ese sofá que está a la espera***

de que ablanden mis huesos su figura,

con la pereza alimentando el gusto

y la vagancia acumulando burlas.

Se escuchan los bostezos, y en tal modo

que el tictac del reloj apenas suma;

la modorra decide acomodarse

en el cálido lecho de la excusa.

¡Oh!, salve este silencio placentero

que tiene el no hacer nada y su conducta,

si es un pecado a mí me da lo mismo,

pues es culpable incluso la disculpa.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

*** Ironía