MI ENEMIGO
Medio enterrado por el barro, más muerto que vivo, noto una mano que me agarra y una voz que me susurra. No le reconozco, es mi enemigo, quizás una de mis balas dio en el blanco.
Está malherido; intenta decirme algo y, sin saber porqué, le escucho:
-Amigo, yo solo vine aquí en busca de mi hermano, aunque no lo conocí, sé que estaba en tu bando; llevo una vieja foto de él en mi bolsillo, quizá lo conozcas. Ya que viene a por mí la muerte, cumple tú mi deseo, búscalo por mí, y si lo encuentras dile que una vez su hermano fui y por querer encontrarle llegue hasta aquí.
Con la mano temblorosa me da una foto arrugada; al cogerla, le prometo cumplir su deseo. Esto le hace sonreír por un instante, hasta que su sonrisa se apaga y su vida también.
Mi enemigo se fue, entre él y yo solo queda una promesa, y en mis manos, su fotografía. Con los dedos helados la limpio de barro, le quito sus arrugas y la miro.
-¡Dios Mío! ¡No lo puedo creer!-. Mi cuerpo empieza a tener frío, me limpio los ojos y temblando descubro que el de la foto soy yo, que el hombre al que disparé, ese pobre enemigo que buscó coger mi mano, era mi hermano.
triste y hermoso!
ResponderEliminarLA MALDITA GUERRA, SIEMPRE UN DRAMA QUE NOS ASESINA HUMANIDAD. EXCELENTE TEXTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO