El frío se ha metido
en mi persona
helando sin permiso
mi presente,
no puedo ni pensar
aunque lo intente
ataca mis sentidos,
no perdona.
Un halo de tristeza
me aprisiona,
me llena de
nostalgia lentamente,
incluso en los
rincones de mi mente
se cuela y a menudo
me traiciona.
¡maldita soledad
que no se atura!
aúlla como un lobo
con frecuencia
y clava sus
colmillos sin clemencia.
Tendré que soportar
esta tortura,
vivir de mis
recuerdos cada día
en brazos de una
falsa compañía.
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