Tengo una venda que es mía
.
Si pudiera cambiar algo
de mí, si en verdad pudiera,
si este don me convenciera
de que si lo obtengo, valgo
.
para ser mejor hidalgo,
cambiaría la ceguera
que me sigue a donde quiera
que vaya, cual veloz galgo .
.
Llevo una venda que es mía
y me cubre , como al resto,
para no ver el ombligo
.
del que vive su agonía.
Si pudiera cambiar esto
quizá tú también, amigo.
Hay que quitar esa venda que no deja ver el camino...
ResponderEliminarHacia tiempo que no pasaba por tu blog,
Un cálido saludo
Bellas letras....un gusto leerte...saludos
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