Mi patria
.
¡Oh!, excelso prado y cima coronada,
de amor, de sentimiento y voz profunda;
¡Oh!, madre de tus hijos, aleluya
de sus noches y todas sus mañanas
.
¡Oh!, lastimosa crónica que tratas
de que siga pudriéndose en su tumba;
fuerza de mis adentros que dibujas
y das forma y valor a la palabra.
.
Entre forjados lazos y otros rotos
que cuelgan desde el sol que está en lo alto
sigue avanzando firme tu presente.
.
Que no merezcan mis cansados ojos
ver de nuevo la sangre del pasado
en tu prado, en tu cima o en mi vientre.
.
Fotografía y poema: Ramón Bonachí.
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