La paz de mi interior
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Cautelosa es la noche en su rigor,
la quietud envolvente me acaricia,
el silencio batalla con pericia
e incrementa la paz en mi interior.
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Gambetea el sosiego alrededor
de lo místico, asoma sin malicia,
ahuyentando la voz de la codicia
apostada en la puerta del rencor.
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Aparece de pronto el sentimiento
en la parte esencial del ente mío;
me desnudo y disfruto del momento
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Apartado de todo gran vacío
y sujeto al poeta que aparento,
me transformo en el hombre en quien confío.
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