Soneto blanco
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Cuando llegue el frío.
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Cuando tiemble de frío la almohada
y tus sueños se hielen del impacto,
cuando oigas los aullidos del invierno,
te arropará mi pecho afectuoso.
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Calmaré todo el peso que te estruja
y ahoga tus deseos terrenales.
¿Hum?…, no dudes acércate, amor mÍo,
y aviva el fuego oculto que hay en ti.
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¡Ah!, no sabes acaso que hay un sol
para desabrigadas mariposas,
y para entumecidas ilusiones .
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Cuando el frío te llegue con fiereza
y el calor de los sueños no te aliente,
te abrigaré con toda el alma mía.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
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