Tuvimos de subida o de bajada
el mismo interrogante en nuestra vida,
tu estabas en la entrada o la salida
y allí yo, en la salida o en la entrada.
.
Y fuimos compañeros de la nada,
cada cual con su estrella indefinida,
tu con la luz del sol bien extendida,
yo buscando la luz de madrugada.
.
Recuerdo aquel recuerdo que hay metido
en el viejo baúl de mis veranos,
el de jugar sin más a ser hermanos.
.
Hoy nada de aquel pacto se ha perdido
seguimos como hermanos en un juego
en el que tu me das, y yo te entrego.
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