Soneto: Cada cual con su rol

 

  

Cada cual con su rol

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Seguimos en el mismo feudalismo

que ayer nos impusieron por decreto,

un derecho a pernada más discreto

y que nadie se abone al optimismo.

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Luego hacer de la historia un espejismo

jaja… - mientras yo río estate quieto

y no levantes más tu culo inquieto

que aunque tengas razón me da lo mismo-.

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Cada cual con el rol en su cornisa

con todo su poder tras los cristales

y la verdad escondida en su sonrisa

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Mas no todos los burros son iguales,

intentan rebuznar, si alguien les pisa,

pues no todos los burros son feudales.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto cautivo: Melancolía

Melancolía (Soneto cautivo)

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Es la melancolía

un extraño licor que te embriaga,

un molesto picor que se propaga,

un brote de tristezas hurgando en la alegría.

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Amargos sinsabores tiene su anatomía,

araña el punto débil y divaga,

es la parte afilada de la daga

que hiere o mata el día.

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Pisa con fuerza el suelo

o vuela con las alas bien abiertas;

vigila no te alcancen las garras del anhelo.

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No bailes con las horas que quedaron desiertas

que te pueden llevar al desconsuelo

si no las das por muertas.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí

Soneto : Agosto

Agosto

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Alegre canta el grillo y animoso,

a la espera que el sol despierte al día,

hasta la sombra quema a mediodía

por culpa de un agosto escandaloso .

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La siesta en su momento más fogoso

será una perezosa compañía;

la luz irá perdendo su osadía

con un calor cansino y pegajoso.

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Mas tarde habrá la magia del ocaso,

hipnótico momento indescriptible

hasta que las estrellas pidan paso.

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La noche será un dulce apetecible

para ese grillo que despierta al raso

y vuelve con su canto a estar visible.

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Poesía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto blanco : Los dominios del silencio

 

Los dominios del silencio (Soneto blanco)

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Entre el mar y la arena … los mensajes,

palabras encerradas en un libro;

pretenden ser los cantos de sirena

dentro de los dominios del silencio.

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Al frente sigue estando el horizonte.

uniendo con sus hilos cielo y mar,

mientras, hoja tras hoja, puntualmente,

deja detrás de sí placeres mudos.

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Con el frescor al lado, cada estrofa,

es un bajel de letras en negrita

surcando un placentero itinerario.

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Entre el mar y la arena ... todo y nada,

con la brisa bailando allí desnuda

y los versos cual mares en los ojos.

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Fotografía y poema :Ramón Bonachí.

Soneto: Bella flor de Abril

 

Bella flor de Abril

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Si tengo que mirar, miraré al cielo;

si tengo que pensar, lo haré contigo,

si tengo que afirmar, afirmo y digo

que el tacto de tu piel es terciopelo.

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¡Oh!, bella flor de Abril ,preciado velo,

perfume embriagador con el que sigo

madurando los sueños como el trigo

y cazando tus pétalos al vuelo.

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Ayer fuiste ilusión, hoy un presente

trepando las paredes de mi vida

con el dorado otoño de invitado.

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Aunque el tiempo te mire indiferente

y te deje por ley desprotegida,

¡Oh!, bella flor de abril, siempre a tu lado.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Pareados: Al final del verano

 

Al final del verano (pareados)

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Al morir el verano, su osamenta

se queda en un baúl más de la cuenta,

y ese tiempo pasado, con su gloria,

deja un claro recuerdo en la memoria.

Lejos quedan los días, perfumados

de caricias y besos desbocados,

de amores que florecen de la nada

y dejan tras de sí su luz dorada.

Grande, cierto o sentido, habrá un momento

que despierte un extraño sentimiento,

dejando algún suspiro irreverente

en la parte añorada del presente.

Cuando todo termine, la armadura

seguirá en la parte adolescente

de un verano que tuvo su aventura

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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Sonetillo: Sin duda alguna

 

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Sin duda alguna

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En verdad que esta es la historia

de un amor que se hizo cuento,

de risas, de sufrimiento,

de rodar como una noria.

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Mas pudo alcanzar la gloria

sin morir en el intento,

por fortuna ese momento,

tiene un sitio en la memoria.

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Y es que solo fue mirarla

y sentir en lo profundo

un latir descontrolado

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que no cesa en desearla

y besar cada segundo

del presente y del pasado.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto: Sellado por un beso

 

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Sellado por un beso

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Al oÍr un vinilo, de repente,

me atrapa una nostalgia conocida;

todo tiempo pasado, en gran medida,

se mete tres minutos en mi mente.

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Y me dejo llevar lo suficiente

en alas de mi estrofa preferida,

susurro de manera sostenida

las letras de un mensaje transparente.

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Y es que toda canción que al alma llega

va dejando en el vientre mariposas,

provocando cosquillas en exceso.

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Al final el ayer calla y se entrega,

volverá a esconderse con sus notas

en un disco sellado por un beso.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí

Soneto Ingles: La faz de la pasión

La faz de la pasión

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Bajo un instante ciego de lujuria,

algún beso presiento que se aboca

a las puertas abiertas de tu boca,

para luego dejar allí su furia.

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El fuego de tus ojos, ruge, quema;

de allí descubro un eco palpitante

que me lleva a un lugar alucinante

donde cada caricia es un poema.

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Entre la faz feroz de la pasión

yace una trama llena de jadeos;

he de caer a pies de sus deseos

y preso de la propia excitación.

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Luego mis labios buscarán los tuyos,

cerraremos los ojos con murmullos.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Soneto Ingles : Calle abajo

 

Calle abajo

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Dicen que la inocencia , calle abajo,

perdió el valor, dejando su fragancia

y una cruz, a la vera del atajo

donde yacen los restos de la infancia.

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Arcano corazón, latir dormido

sentado en la butaca del recuerdo,

sutil intento de placer querido,

sonido sordo de un instante cuerdo.

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Los triunfos y la gracia lisonjera

que se alimenta al pie de aquella cruz,

no son más que una bruma pasajera

con el tiempo robándole su luz.

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Polvo imparable, arena movediza

con restos, calle abajo, de ceniza.

Soneto: Dama de la noche

Dama de la noche

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Entre grandes victorias, derrotado,

entre besos helados, malherido,

entre adioses que matan, bienvenido,

entre largas esperas, sepultado.

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¡Oh!, dama de la noche, os he nombrado

en cada instante loco consumido,

mas de todo momento ya perdido

se queda algo de vos, a mi, pegado.

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En un rincón del alma, que aún respira,

los sueños siguen todos a la espera,

mientras ,el corazón, late y suspira.

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¡Oh!, dama de la noche, hasta que muera,

yo he de seguir soñando, pues el todo,

lo alcanzo si soy vuestro de algún modo.

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Fotografia y poema : Ramón Bonachi.

Soneto: Decepciones

 

Decepciones

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En un bosque de lagrimas, herido,

una parte de mi te ha abandonado;

es tanto, tanto y tanto lo perdido

que tengo que nutrirme del pasado .

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De qué sirve soñar, ¿de que ha servido?

si el mañana se siente ya olvidado,

de qué vale aplaudirte sin sentido

si no tengo motivos a mi lado.

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Decepciones, hoy solo decepciones,

apuñalan cualquier pequeño intento

de reunir a dos viejos corazones.

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Decepciones, sin más remordimiento

que aquel que se muere en los cajones

de un amor que ha perdido su momento.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Soneto: Septiembre

 

Septiembre

Estoy viendo el momento mas dorado

del trigo, la cebada y de la avena;

la llama del deseo se serena

pues el segundo baile ha terminado.

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Con el segundo baile, ya olvidado,

el olor del asfalto me condena

a seguir dignamente con la pena

de ver lo que el verano se ha llevado.

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El día con sus horas, envejece

y el perfume de ayer tan suculento

se convierte en aroma de motor.

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Solamente el ocaso, resplandece

entre cielos y mares, con el viento

soplando, poco o mucho, a su favor.

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fotografía y poema : Ramón bonachí.

Soneto Blanco: Frente al mar

 

Frente al mar

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Dejaba allí mirando frente al mar

humedecidas perlas en la arena,

el brillo de su pelo iluminaba

la delicada imagen del dolor.

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Junto a la leve brisa y susurrando

las olas se acercaron con ternura

y, en esa soledad que da la noche,

besaron sus pesares uno a uno.

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Llenos de interrogantes, los suspiros

dejaban tristemente los lamentos

a bordo de un silencio omnipresente.

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Y allí, entre la tristeza acusadora,

la vida se fue yendo poco a poco

de los pálidos labios de la Ninfa.

Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Soneto: De dentro a fuera

 

De dentro a fuera

Mientras quemo el fulgor que he disfrutado,

el mismo que pasó fugaz y airoso,

deshojo mi presente, cual precioso

momento que proviene del pasado.

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El calor recibido está guardado,

tal vez por ser también lo más valioso;

del negro más oscuro y tenebroso

he sido muchas veces rescatado.

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Añoro la ceguera encantadora

que sufrían mis ojos. Quien pudiera

volver a ver el sol de ayer,…ahora.

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Sin esa claridad, de dentro a fuera,

el silencio tortuoso que en mi mora

despierta toda ausencia traicionera.

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Al sol que me dio vida

Soneto : Una torre

Una torre

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Amenazada una orgullosa torre

(del castillo que ayer la sostenía )

sigue esbelta, aferrada a su porfía,

aunque el trato feroz su gloria borre.

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El viento, por sus lares, corre y corre,

con ganas de romper toda armonía;

soporta la erosión con valentía

mientras, el miedo, su valor recorre.

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Solemne sobriedad con que se viste

un tallado de bella arquitectura

que erguida en su lugar se agarra fuerte.

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Esa orgullosa torre se resiste

a que el viento erosione su figura

y quede a expensas solo de la suerte.

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Fotografía y poema : Ramón Ramon Bonachi

Soneto: Trayectos

 

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Trayectos

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Marchitará el octubre los trayectos

floridos con olor a primavera;

otro otoño que llega a la carrera

dejando solo escuálidos proyectos.

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Caminaré con todos mis defectos

por el ocre que asoma en la pradera,

no los podré ocultar aunque quisiera,

pues son parte de ayeres imperfectos.

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Los años son proyectos de bolsillo

y el invierno un revolver temerario

con ganas de apretar pronto el gatillo.

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El tiempo será siempre el emisario

del paso que se quede con su brillo

por el sendero gris del calendário.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Octavas decasílabas : Heladas risas , dulces engaños

 

Heladas risas dulces engaños (Octavas decasílabas asonantes)

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Interrogantes, de negro y rosa,

viven y sufren dentro mí,

toda sospecha llega traidora

y deja dudas por descubrir;

mas lo peor es este invierno

que el corazón soporta apenas .

Tengo su amor, tengo sus sueños

y una clepsidra con horas secas.

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Vivo los días, vivo sus trozos

con polvareda de antes de ayer,

llena mi boca de arena y polvo

y esto me impide calmar la sed.

Interrogantes sin duda alguna

hurgando hurgando, con disimulo,

suman y restan restan y suman

y dejan siempre un dolor agudo.

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Cutis insomne, por malos tragos,

se disimulan abierto el día;

heladas risas, dulces engaños,

para mis ojos y mis mejillas;

mientras, el tiempo, sigue su ritmo

y todo puede quedar en nada,

hay un silencio que llora erguido

y me entristece , porque no para.

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Clepsidra: Reloj de agua.

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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

Pantoum: Caminito de la ermita

 

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Caminito de la ermita (Pantoum) poema infantil.

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Caminito de la ermita,

en algún que otro ciprés,

andaba de mañanita

un simpático ciempiés.

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En algún que otro ciprés,

se movía con salero

un simpático ciempiés

a la vera del sendero.

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Se movía con salero

y, yendo de flor en flor,

a la vera del sendero

para no pasar calor.

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Y, yendo de flor en flor,

caminaba el eremita

para no pasar calor

caminito de la ermita.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Pareados: Goya, Dalí, Picasso y compañía

 

Goya, Dalí , Picasso y compañía. (Pareados)

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Estaba en el museo acompañado

del arte , y por el mismo, anonadado ,

Goya, Dalí, Picasso y compañía

llenaban de color y de armonía

las paredes de ayer y del presente.

Hipnótico, mezclado entre la gente,

perdí el espacio tiempo antes de hora

por esa mente mía soñadora.

Mis ojos disfrutaron cada instante

de aquel mundo de artistas penetrante.

Un beso mío, sin mirar siquiera,

fue en busca de mi novia y compañera,

mas el beso que diera esa mañana

se encontró con los labios de una anciana.

-Mira que cosas tiene la pintura-

dijo la afortunada con ternura .

-Me he sentido princesa por ti, guapo,

sin tener que besar a ningún sapo-

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Óleo sobre lienzo: Claudio Bonachí.

Coplas Manriqueñas: Ricitos de oro

Ricitos de oro

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Con sus ricitos dorados

y la sonrisa inocente

me recreo.

Esos ralatos pasados

vividos tan de repente,

aún los leo .

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Goma, lápices, escuela

y el lacito color rosa,

siguen presos

en el cajón de la abuela,

con la magia prodigiosa

de sus besos.

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Quisiera volver atrás,

sentir su cara en la mía

un segundo,

con sus rizos además

circulando noche y día

por mi mundo.

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Es verdad que el tiempo es oro

en la vida de un pequeño

ruiseñor,

y al pensarlo, a veces, lloro,

y rio, y hasta me preño

de dolor.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
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Fui feliz, pero hay cosas que me impidieron serlo más, tú no tienes la culpa de haber crecido tan rapido.