En un pequeño espacio de nuestras vidas tenemos un lugar para esos amigos que nunca hemos tenido ocasión de conocer en persona y que sin embargo llegan a ser muy especiales por diferentes causas .
Hoy quiero dedicar un soneto a uno de esos amigos especiales, se precipitó su salud por un abismo sin fondo y hoy solo tengo el don de recordarlo y agradecerle de paso toda la ayuda desinteresada que recibí en edte mundo de poetas en el que estábamos los dos. Muchas gracias Rodolfo Cavallo Noetzly. Si existe un cielo espero que me sigas leyendo de vez en cuando.
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( A mi querido Abad Rodolfo Cavallo Noetzly)
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Amigos que se van y siguen vivos
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Parece que el dolor en su estructura
acecha una vez más el sentimiento;
en alas del desdén y de la pena
tendremos que dejar que el tiempo pase.
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Hay buenas amistades que se instalan.
allí donde la ausencia nunca vence,
y versos navegando en lo más hondo
de un alma que los besa y los acoge.
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Amigos que se fueron tan deprisa
que dejan un sabor amargo y dulce
cada vez que se piensa en el pasado.
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Amigos que no están y siguen vivos
mientras quede un resquicio de aire puro.
en el viejo desván de la memoria.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
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