Tercetos : Hoy igual que ayer

 

Hoy igual que ayer (A Miguel Hernandez)

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¡Ay!, mi pastor poeta , que indecencia,

me hacéis pensar en la justicia dada,

en el sabor que deja la impotencia

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y en bajar por decreto la mirada

a los pies de un sañudo soberano

que vive en una zona reservada.

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Mostrando vuestro lado más humano

lograreis solo heridas en la piel

y por la nana y la cebolla en mano

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os darán como pago amarga hiel.

Sois esclavo de un ente que os ignora

desde su blanca torre de Babel.

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Bajo la tierra, vuestro sino mora,

tan solo sois un colibrí entre rejas,

un prisionero sin derecho a quejas

hasta que os deje de sonar la hora.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Cual plumas en el nido

Cual plumas en el nido

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Si los años, cual plumas en el nido,

se quedan al amparo del recuerdo,

que pasará si luego no me acuerdo

de todo lo que soy y lo que he sido .

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Saludaré con el talante herido

y con la voz doliente, si me pierdo,

dará lo mismo si estoy loco o cuerdo,

seré solo un instante sostenido.

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Si las marcas que anidan en la frente

son como un arcoíris de colores,***

diré que son arrugas de poniente.

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y si algunas se llenan de valores

por un ayer de espaldas al presente

diré que son los años mis mentores.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Soberbia

Soberbio.
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Vanitas vanitatum, vana opción
que destripa y devora la humildad
por mucho que se obligue al corazón
a ofrecer una falsa identidad.
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Aunque ciega aparezca la pasión,
atenta siempre está la vanidad
de tener a su alcance la ocasión
de obrar y proceder , a voluntad.
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La zafia sensación o resonancia
a gloria, no saldrá fortalecida
si el defecto parece satisfecho.
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No será meliflua la elegancia
ni tampoco, apreciada o bienvenida,
si el soberbio se mira y saca pecho.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Bajo un cielo que murmura

Bajo un cielo que murmura.

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Lo que en sonoro verso aquí publico,

podríais a su vez darle consuelo,

pues sabed, que si el mundo es un pañuelo,

mucho amor hay en él y os lo dedico.

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Habladle a mi pesar, os lo suplico,

no ocultéis vuestra cara con el velo.

¡Oh!, Filis sois culpable de este anhelo

que amargamente sin querer mastico.

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Prestadme los oídos, que os corono

y os nombro reina de esta oral locura

que vive dentro de invisibles rejas.

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En fin, estas palabras que menciono,

me abrasan bajo un cielo que murmura;

llenas van de pasión, amor y quejas.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto alejandrino : Un momento emotivo

 

Un momento emotivo

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Por perfiles esbeltos, claramente añorados,

mis pupilas se pierden en este atardecer ,

y, de un modo imprevisto, me visita un querer

abrazar y sentir, por los cuatro costados.

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Tengo tristes temblores en el alma colgados

y un instante llorica muy dentro de mi ser;

al compás de un ocaso que da forma a un ayer,

repaso sentimientos, con los brazos cruzados .

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Mientras busco y no encuentro, me da por sonreír

a esta melancolía que con gran fuerza tira

y me acerca a unos sueños colgados en la mente.

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Al verlos llega un eco dispuesto a no morir,

se escucha entre las rocas junto a un mar que suspira

y que rompe el silencio de un algo que se siente.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.

Romance : La espada y la armadura

Unos cardan la lana y otros se llevan la fama.

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La espada y la armadura (Fábula moral)

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Una espada reluciente,

que dormía en vaina suave

de una abollada armadura,

se reía al ver su imagen.

La armadura le responde:

<<El valor no da carácter,

y si sube tu valor,

me lo debes en gran parte.

Yo bien que cardé la lana,

mientras tú, con tus modales,

te llevabas fama y gloria

usando medios salvajes.

¡ tu opinión es baladí!,

honores de los combates

llevarán mis cicatrices

aunque tú no las aclames,

así que guarda tu ego.

En este moral romance,

hay una armadura vieja

para ti, más importante>>

Valor … valentia

Valor … precio

Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Cuaderna via: Un pequeño fragmento

Un pequeño fragmento (Cuaderna via)

Me persigue el recuerdo que yo mismo he parido

y no encuentro la forma de dejarlo aturdido;

sigo viendo pedazos de un ayer dividido

que se acerca y me suelta susurros al oido.

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Vespertino y sereno se asoma algún momento

cargado con un peso lleno de sentimiento;

la ebullición sonora de un repentino aliento

da notas melodiosas a un pequeño fragmento

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Sentidas sensaciones con la sangre caliente

suben desde los pies hasta la misma frente

parecen hoy en día moverse libremente

entre gritos y risas de un pasado presente.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Chiringuito, La Churrería, Verano del 1969. a mis 9 años

 

Ovillinela : Te siento cerca de mí

 

Te siento cerca de mí (Ovillinela)

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Cuando me acaricia el viento,

te siento,

en la soledad más terca

de cerca,

y pienso y hablo de ti,

de mí.

El cariño que te di

se refugia en m interior,

cuando me muero de amor

te siento cerca de mí.

Todo el tiempo que viví

a tu lado, hoy me apresa;

la añoranza que no cesa

de decir con desespero

al viento lo que te quiero

cuando el sentimiento pesa.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto :Cuando

Cuando.

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Hombre de barro y de ilusión formado

que vives en un mundo que no es tuyo,

fruto que algún querer, lleno de orgullo

y, sin ninguna opción, ya condenado.

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Quizá, por guardar formas, bautizado

para tapar algún pecado, intuyo,

la muerte acallará cualquier murmullo

cuando estés bajo tierra sepultado.

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Mas mudo que el silencio será todo,***

por más que vengan sombras a velarte

cuando solo respire el sentimiento.

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Disfruta en vida sin buscar el modo,

pues, cuando dejen todos de llorarte,

ni el alma ha de quedarse en tu aposento.

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Fotografía y poema Ramón Bonachí.

Soneto Alejandrino : Ocres y amarillos

 

Ocres y amarillos

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De nuevo son los días ambarinos de octubre

los que abren el libreto de una nueva aventura ,

se han secado las flores en esa zona oscura

donde incluso la aurora con ocres se recubre.

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De nuevo la llanura de razones se cubre

y viste de amarillo su cálida figura;

bajo una luz gloriosa camina la ternura

asida de la mano de un sol que la descubre.

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No importa si aparece con ganas un retoño

y se abre entre las flores del jardín, todavía,

pues anda haciendo señas el tiempo del otoño.

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Ahora que las hojas besan todas la tierra,

de nuevo habrá un tropel de gran melancolía,

abriéndose camino del prado hasta la sierra.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto a una pintura: Naufragio

 

Soneto a una pintura

Naufragio]

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Bajo un ronco gritar que pisa fuerte

y en medio de terror, locura y llanto,

solo queda lugar para el espanto

en los ojos que ven llegar la muerte.

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Los huesos crujen como la madera,

mientras, la sal reseca cualquier boca,

el miedo es tan cercano que trastoca

una realidad que desespera.

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Se acerca ya el final , está al caer

con la impotencia envuelta entre lamentos

y las fuerzas negándose a volver.

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Hay un adiós que piensa en el ayer

con un mañana lleno de momentos

que muchos no podrán llegar a ver.

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Poema: Ramón Bonachí

Óleo: Naufragio de la fragata Medusa

Jean-Louis André Théodore Géricault.

Romance Heroico: Al otro lado del espejo

 

Al otro lado del espejo

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Mirándome al espejo me doy cuenta

que al otro lado crece tu silencio

tu mirada, tu voz, y tus abrazos

se clavan en el alma , dan de lleno.

Esa distancia entre los dos, me mata,

soy un fantasma que habla con el viento,

para seguir creyendo que estoy vivo

me aferro a los recuerdos que más quiero .

Un horizonte mudo y poco afable

no me deja mover, me oprime el pecho,

me impide ver de nuevo , tu sonrisa

y me obliga a soñar mientras te pienso.

Todos los bellos soles que me diste

ahora son comparsa de un espectro,

ese silencio que no cesa y crece

me acerca más y más a un tiempo muerto.

Para bailar con esta soledad

no es menester hacer un gran esfuerzo;

cada día que pasa es más difícil difícil

vivir al otro lado del espejo.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.