Soneto a una pintura: En la vventana

En la ventana (Soneto a una pintura) . Vuesa merced se puso en la ventana, dejando atrás los rasgos de una diva, no me atreví a deciros que atractiva estabais en silencio esa mañana. . Como una vela al viento, muy lejana y los ojos buscando perspectiva, vi vuestro pensamiento a la deriva con el frescor que da la tramontana. . Con la brisa marina de testigo y de espaldas a todo pensamiento, ausente andabais de penas y de enojos. . Con la ventana abierta a bien os digo que ni el mar, ni el azul del firmamento, pudieron apartaros de mis ojos. . Óleo sobre tela: Salvador Dalí . Poema: Ramón Bonachí.

 

Prosa: Danza la muerte

Danza la muerte

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Danza la muerte en la calle, en pos de un duro lamento, danza con gritos y llantos entre la lluvia y el lodo, haciendo mella en el pecho del más duro y del más tierno; deja a la nada sin todo, y, al auxilio sin aliento .

¿Dónde queda la esperanza para abrazarse a ella? ¿Dónde se esconde la culpa , que excusa habrá tras de su puerta , cuando la muerte se canse de bailar y dejar huella?

Danza la muerte en los poros de una férrea impotencia, tan amarga como cruda; mientras las lagrimas corren, en busca de un milagro, las horas con su angustia visten con sangre y barro.

Brotarán más pesadillas en esta noche sin luna, en casas que quedaron, sin nanas velando cunas.

Danza la muerte danza, con horrendo sonido, danza la muerte danza, sin pedirle a Dios permiso..

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Ramón Bonachí.

Soneto a una pintura : Ausente está el futuro

Soneto a una pintura

Ausente esta el futuro
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La imagen de un ayer resplandeciente ,
envuelve con sus flores un nirvana
que llena de colores el ambiente
y abre las puertas de la luz temprana.
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Sentado está el futuro, allí presente,
bajo la sombra fresca y soberana,
con el aroma del hogar caliente
y del crujiente pan de la mañana.
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El día se abre y a su vez regresa
una imagen que solo necesita
comensales hambrientos en mesa.
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Ese sabroso colofón invita
a ver como el futuro olor a fresa
está lejos del mundo en el que habita.
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Poema: Ramón Bonachí.
Óleo: El almuerzo, Monet

Soneto a una pintura : Bóreas

Soneto a una pintura
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Bóreas
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Tiene el aliento helado; lo deduces
cuando te acecha con vientos banales ,
le retas con miradas laterales
y con velos lo evitas o reduces.
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Es tanta la ansiedad que en él produces
que deja de mirar cielos y mares;
solo busca besar en los lugares
más íntimos y cálidos que luces.

Se enoja y muestra signos de locura
cuando ve que te cubres el cabello
e intentas dar un paso más al frente.
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La firmeza en la cara es la armadura
que evita que se acerque libre al cuello
el aliento de un dios frío y latente.
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Poema: Ramón Bonachí.
Óleo: John Williams Waterhouse

Soneto Dodecasílabo : Rosas y espinas

Rosas y espinas... (Soneto dodecasílabo)
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¿En qué mundo estamos todos prometidos?
Y ¿dónde está el miedo que hemos heredado?
¿A qué edad sentimos paz a nuestro lado?
Y ¿dónde escondemos los sueños perdidos?
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Las doliente huellas de nuestros heridos
quedan en algún rincón olvidado,
soltamos los egos sin tener cuidado
y luego alabamos a ídolos caídos.
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Fingimos hallar agua en el desierto
y un sinfín de opciones con frases divinas;
las negras campanas dicen que no es cierto.
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A veces topamos con nuevas doctrinas
y con los recuerdos de un ayer despierto
en medio de rosas y también de espinas..

Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Micro relato: La calle de la amargura

En la calle de la amargura hay un pequeño buscando en la miseria su comida, pero la calle no responde a su mirada ni al triste transitar de su figura; una figura con pantalones rotos y zapatos tan hambrientos como él.
Por la calle de la amargura vaga solo, con las penas grabadas en los ojos y una historia que a poco de empezar dejó escrito su nombre y le olvido .El silencio se rompe brevemente por alguna ventana que se cierra y por un comentario que se esconde detrás de alguna puerta mal cerrada.
Penosa desventura la que existe en una callejuela singular, en una calle donde nadie mira a nadie solo se anda sin dejar huella por una acera muda y gris.
En la calle del olvido, hay un anciano perdiendo sus recuerdos poco a poco, hace tiempo que busca alguna sombra de la vida que tuvo en el pasado.
Con un billete ajado en el bolsillo (que apenas si le queda
recorrido), y el cuerpo por los años reclinado, parece no querer mirar al sol.
En la calle del olvido vaga el viejo, tiene las manos frías y arrugas en la frente , y, en cada una de sus arrugas, lágrimas de dolor resecas.
En la calle de la amargura sigue el niño buscando comida ; en la calle del olvido sigue el viejo buscando su sombra , si pasas por allí puede que encuentres la injusticia viviendo entre los dos.
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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.

Prosa : Una mujer en la ventana

Mujer en la ventana (Dalí)

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¿Qué puede haber de malo, en lo que veo?

no hay ni una parte tuya dividida;

Tu figura al completo y sin fisuras,

parece estar abriendo la mañana.

Me puede un sentimiento que se anuda

al deseo imperioso de abrazarte

y ser parte también de esa ventana

que esta de par en par llena de vida.

Hay algo en el ambiente que me acerca

al runrún silencioso de las olas

y me empuja hacia ti con tanta fuerza

que temo que esta brevedad rompa

¿Qué puede de haber de malo, en lo que veo?

Hasta es pura la brisa que susurra

a tu desnudo cuello mientras miras

el azul de ese mar electrizante.

Soneto Alejandrino: La calle de ayer

La calle del ayer (Alejandrino)
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Voy arrastrando el peso de un tiempo quebrantado.
Subiendo por la calle de la melancolía,
gimen todas mis penas, gimen con tal porfía
que incluso hasta solloza la que había olvidado.
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Con tan pesada carga, me siento maltratado
y mal acompañado para desdicha mía;
intento tramo a tramo dejar esa apatía
que a veces se me pega más de lo acostumbrado.
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El peso del silencio que vivo es un infierno
si detrás la nostalgia le sirve de ayudante;
nunca muestra la cara, mas sé dónde se esconde.
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Es tan corto el otoño que ya noto el invierno
acercarse en cuclillas con un interrogante
y por la misma calle que lleva no sé a dónde.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

 

Seguidillas con bordón: Entre el pecho y la espalda

 

Entre el pecho y la espalda (Seguidillas con bordón)
..

A través de las rejas
que me torturan,
veo pasar las horas
con amargura.
Vida no quiero
si he de ver como el hambre
roba tu aliento.
.
Entre pecho y espalda
va la agonía,
dejando al corazón
en carne viva.
En esta cárcel
están mis tristes ojos
llorando a mares.
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La impotencia me acosa
sin dar detalles,
no me deja siquiera
darte mi sangre
Sigo rogando
que el mundo que hay en ti
cambie de manos.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.
Nota:
El poema de Miguel Hernández "Las nanas de la cebolla" está escrito en seguidillas con bordón, y está inspirado en una carta que Miguel Hernández, estando preso en las cárceles franquistas, recibe de su esposa Josefina Manresa en la que le comunica que no puede alimentar a su hijo, que sus pechos no tienen leche, que no tienen nada para comer, y están matando el hambre a base de mendrugos de pan y cebolla. Me puse en los zapatps de Miguel y salieron estas seguidillas

Soneto: Momentos

Momentos
.

Andando voy de modo paulatino,
andando y sin saber quien va delante;
lejos queda un ayer mudo y distante,
descansando a la sombra de algún pino.
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Hay una huella más que arremolino
y que dejo a la vera de un instante;
en este transitar libre y constante,
más huellas dejaré por el camino.
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No hay vuelta atrás, mirando estoy de frente
cortinas de picachos gigantescos;
son cómplices de un tiempo que no espera.
.
Voy en busca de un hoy y de un presente
que dejará momentos pintorescos
en algún cruce para quien los quiera.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Trecenas : ¡Oh, luna soñada!

 

¡Oh!, luna, luna soñada (Trecenas)

.

Con tu imagen blanca y bella

haces en mis ojos mella;

te me ocultas vergonzosa

tras la nubes, cual doncella

que no sabe que es hermosa.

¡Oh!, luna, quién te desnuda,

quién te mira y te saluda?

¿Por qué pasas silenciosa

ante mí, luna soñada ?

Se me despiertan los celos

aunque tú no sientas nada,

pues muchos son los anhelos

que te clavan la mirada.

.

Tus reflejos a mi lado

son un silencio obligado,

¡Oh!, luna, luna inocente

con este cielo estrellado

acaríciame la frente .

No escuches a fingidores

ni a todos esos amores

que dejan debajo un puente

a la mínima ocasión.

Hay miradas a manojos

que te ruegan atención,

mas tú fíjate en mis ojos

que te miran con pasión .

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto Alejandrino continuo: Puedo

Puedo (Soneto continuo )

Puedo verte los ojos sin que mires de frente
y ser la única boca que besa sin besar.
Puedo hablarte en silencio de manera prudente
y amar con toda el alma sin ponerme a temblar.
.
Puedo sentirte cerca de modo improcedente
y fundirme en tu piel sin llegarla a rozar.
Puedo ser un susurro con un mensaje ardiente
y pasar por tu lado luego sin respirar.
.
Puedo ser un deseo (sin salir de la mente),
disfrutando las horas que no me vas a dar;
por más que sea un sueño de espaldas al presente,
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puedo ser ese cuento difícil de contar;
ese entrañable verso que dice finalmente :
Amándote en secreto ... puedo estar sin estar
.
Fotografía y pooema: Ramón Bonachí.
Inspirandome en José ángel Buesa y su poema el secreto

Romance Heroico: Doy gracias por seguir vivvo y entero

Doy gracias por seguir vivo y entero
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Tristes quejas dejó la vida misma
y que por tanto, fueron un tormento;
es poco lo soñado y lo obtenido
tras esa lucha intensa con el tiempo.
Vanamente severo soy a veces
con esa vida que lo sigue siendo.
¿Si pensar en mis quejas duele tanto
por qué tan dentro de mi ser las llevo?.
¿Por qué no hablando un poco la almohada
y dejo de soñar en blanco y negro ?
Las quejas no te libran de la pena,
ni dándoles motivos pesan menos.
Tantas tuve en un barco de papel
que se hundieron con todos sus derechos.
Cansado de preguntas sin respuesta
mejor sigo mirándome al espejo;
como los hay que están aún peor
doy gracias por seguir vivo y entero.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Rimas: Hoy pretendo ser

Hoy pretendo ser

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Hoy pretendo ser, cálida figura,

aunque de barro sea mi persona,

una figura cerca de la zona

donde todo se llena de ternura.

.

Quizá me resucite del pecado

esa tierna sonrisa en el pesebre

que no se aparta nunca de tu lado.

.

Pretendo ser los ojos del abuelo

que buscan un lugar cerca de ti;

también buscan la fe que ayer perdí

en un recodo santo de tu cielo.

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Solo pretendo ser el viejo niño

que se acerca a las puertas de Belén

y suelta un año más un dulce guiño.

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Solo pretendo ser otro pastor

que del pasado vuelve hasta presente,

para notar de cerca y vehemente

algún instante digno de calor.

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Y salir de lo simple y lo banal

para darle al recuerdo algo de vida

y a la vida meterla en un portal.

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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Cuando falta lo más importante

Cuando falta lo más importante
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Veo al cielo en diciembre, algo más bajo,
Sin luz, sin brío, comprimido y frío;
con la niebla asentada calle abajo
y en el porche un adiós mudo y vacío.
.
Yo no encajo en diciembre bien los días,
pues son sencillamente como extraños
con las manos abiertas y sombrías,
y con penas de todos los tamaños.
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De vez en cuando, una alegría impuesta
me muestra una sonrisa que no es suya
y, aunque intenta fingir que está de fiesta,
la añoranza que esconde… me apabulla.
.
Mas disimulo bien todo ese mes,
parezco estar contento, y no al revés.
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Fotografía y poema: Ramón bonachí.

Soneto : Abrazado a mi otoño

Abrazado a mi otoño

Abrazado al otoño, recostado,
y debajo de un olmo adormecido ,
disfruto del dorado enriquecido
de las hojas que caen a mi lado.
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Abrazado al invierno, mi pasado,
será solo un momento mal vestido
viviendo en un espacio reducido
y debajo de un porche mal pintado.
.
En mi memoria está la primavera
andando por las calles de algún sueño
que se quedó en algún rincón risueño.
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Allí también está, en la otra acera,
el calor del verano que en su día
llenó de soles esta vida mía.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.

Soneto: Cuatro veces

Cuatro veces
.
Cuatro veces el árbol he encendido
con luces de colores. En gran medida
poco habrán de alumbrarme a mí la vida
con esta soledad que he adquirido.
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Cuatro veces mi mesa la he vestido
con el mantel de siempre . Resumida
se me viene a los ojos tu partida
con el adiós ,al recordar, mordido.
.
Por un descuido cuando pienso en ti,
de súbito una lágrima aparece ,
pues la nostalgia de la falta crece
en la parte más débil que hay en mí.
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Recuerdo tus miradas una a una,
como olvidar de ti, cosa ninguna.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachi.