Soneto: El mar de las virtudes

Surcando el mar de las virtudes

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¡Oh!, dama de los versos, que en mí acudes

cada vez que me acerco a tu pasado,

si es verdad que hay un algo al otro lado

volveremos a vernos no lo dudes.

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Dejaste en un rincón tus inquietudes 

dentro de algún poema enamorado,

allí sigue tu mundo apasionado 

surcando por el mar de las virtudes.

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¡Oh!, dama de los versos, despedirse,

no es mas que un mal recuerdo que nos quema,

cuando alguien sin querer tiene que irse.

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Así que he de sacarte del tintero 

el instante final de mi poema

aquel que cerraré con un "te quiero".

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A la memoria de Maria Jesus Vivas y Linda Esmeralda , dos poetas que seguro seguirán escribiendo en alguna parte del infinito.