Ahora que todo parece estar brillando de nuevo en los ojos de mi hija, me viene a la memoria que al despertar del coma comentó, que durante varias veces noto que se moría, pero que en la profundidad de su sueño siguió luchando por no dejarse ir. En el camino de regreso no dejo de preguntar el quién y el porque de aquella situación tan extraña donde le hacían pasar por unas duras pruebas, al final después de una batalla angustiosa, consiguió alejarse de todas las llamadas de la muerte.
.
Las preguntas de este poema son suyas
como mías son sus gratitudes. Te quiero Alba.
¿Quién me llama?
.
¿Quién se acerca con tan oscuro atuendo
¿y Quien cierra a su paso tantas puertas ?
acaso no lo ve que están despiertas
las ganas de seguir envejeciendo.
.
¿Quién gritando mi nombre se levanta
desde el fondo de un nicho que no es mío?
si mis manos apenas notan frío
y mi voz sigue viva en la garganta.
.
¿Quién me llama de noche, sin más suerte
que aquella que no quiere todavía
fallarle al corazón y al alma mía?
.
Si acaso es la figura de la muerte
la que llega en penumbras cual arpía
no soy yo quien pidió su compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario