Soneto: Sal azucar y pimienta

 

Sal, azúcar y pimienta.

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Cuando escribo un soneto, me doy cuenta

de que acabo del todo complacido;

no creáis que escribir es pan comido

si la musa no sabe a que se enfrenta.

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Algo de sal, azúcar y pimienta

le meto a todo breve contenido,

lo suyo es no caer en lo aburrido

ni inventar una historia soñolienta .

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Verso a verso, me alejo en lo posible

de lo banal, lo zafio o lo indiscreto;

quizá me acerco a un ego más sensible.

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A veces no se bien donde me meto ;

en ocasiones soy lo mas creíble,

y en otras soy lo falso del soneto.

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Fotografía y poema : Ramón Bonachi.