Cada Viernes Santo .
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¿Quién le pone a “mi Bien” esa corona?
¿Quién es ese lacayo inesperado
que agranda su malicia y su pecado,
con esa faz bicéfala y burlona?
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¿Quién es ese que tanto se obsesiona
en clavarlo a una cruz desabrigado.?
¿Quién hurga con la lanza su costado
mientras el cielo acoge su persona.
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¡Oh!, ¡dónde está la voz desconocida,
para secar de lagrimas el suelo
y no olvidar el nombre del sayón?
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¡Oh!, ¿quién le pone clavos a la vida
para esconder así su propio celo
dentro de su enfermizo corazón?
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Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
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