Judas
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En la moneda sigue estando Judas
con sus pecados y un montón de dudas;
allí esta quieto, altivo y belicoso
escondiendo su estatus rencoroso.
La cara vergonzosa y traicionera
seguirá como ejemplo aunque no quiera
y el brillo fulgurante del pecado
ha de seguirle siempre a cualquier lado.
Dulce miel para un zafio ruin destino,
la soga asomará por el camino;
da igual el valor de la moneda,
la cara o cruz decide quien se queda.
con la cara grabada sigue el hombre
por celos levantando polvareda
y escondiendo cual Judas hasta el nombre.
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Fotografía y poema Ramón Bonachí.
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