De sangre o de plata (Dodecasílabo)
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Con un bello cuerpo, sin tener cintura,
y la suave brisa, besando el ramaje,
sube hasta la cima de un sin par paisaje
con la cara llena de blanca hermosura.
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Alumbra en silencio toda la espesura
que perdió la esencia de su eco salvaje,
los trinos dormidos dentro del boscaje
le dan a Selene rasgos de ternura.
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Este sueño erótico que fluye del astro
y que entra en lo ojos de quien no los cierra ,
va dejando trazas de puro alabastro.
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De sangre o de plata con su halo se encierra
pues sabe que el alba va siguiendo el rastro
de todo el reflejo que besa la tierra.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.
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