Flotadora va en el viento
la sonrisa amortajada
de su rostro. ¡Qué lamento
el de la noche cerrada!
.
Alberti
.
El mar y la luna, Fábula moral (Glosa en décimas )
.
Siempre quiso ser amante
de una luna lisonjera
que salia sin espera
con su traje más brillante.
Y con un verde elegante
y pureza en la mirada,
le dijo a su enamorada…
—si te alejas de mi lado
sentire un aliento helado
el de la noche cerrada.—***
.
—Esa oscuridad no importa,—
le dijo la luna a el mar,
—no te debes preocupar,
toda noche fría, es corta.
Hay alguien que nada aporta
y que pudre hasta tu aliento
sin ningún remordimiento;—
el mar sufre en su quebranto,
alguien ensució el encanto
de su rostro. ¡Qué lamento!***
.
El mar escucha aterrado
las palabras de la luna,
no encuentra razón alguna
ni nadie razón le ha dado.
Purga un ajeno pecado
de manera exagerada;
dueño ya de casi nada
mira de nuevo a su amada
y esta, lo besa y se aleja.
Tiene el mar de oreja a oreja
la sonrisa amortajada.***
.
—Mi futuro está podrido;
cuando tu cuerpo remonte
mas allá del horizonte
luna, luce tu vestido.
Que sepan que estoy herido
y que muero de contento,
por el placido momento
que tu reflejo me deja.
Si quedara alguna queja
flotadora va en el viento.—***
.
Quien esconde la mirada
es un nulo referente,
pues mas allá de su frente
por inepto no ve nada.
.
Fotografía y poema : Ramón Bonachí.
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