Todos te llaman, amor.
.
Al momento de nacer
ya notaba tu presencia,
y aunque fueras solo esencia
ya corrías por mi ser.
Es tan grande tu poder,
que cuando noto tu aliento
un extraño sentimiento
me despierta los sentidos
con impulsos atrevidos
que delatan lo que siento.
.
Nunca he visto tu figura,
ni tu cara, ni tus ojos,
pero sé que tus antojos
hacen perder la cordura.
¡Ay! mi invisible criatura,
la que vive en mi interior
con un fuego abrasador
que devora instantes tersos.
Según comentan mis versos
todos te llaman, amor.
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